EL NIÑO INTERIOR
Todos llevamos dentro el niño que fuimos. En la infancia todos hemos tenido heridas emocionales y si no se han solucionado en el momento, el niño interior queda dañado.
El niño interior es una parte que no hay que descuidar nunca y a la que hay que escuchar. Es conveniente evitar enquistar emociones para que cuanto antes, salgan y fluyan.
Es importante recordar como éramos, que nos pasaba, cómo nos sentíamos, porque llorábamos, cuales fueron nuestros mejores y perores momentos, cómo nos sentíamos en el colegio, si teníamos secretos, preguntarnos como fue nuestra niñez.
Recuperar a nuestro niño interior, significa recuperarse a si mismo resolviendo los bloqueos emocionales, esto genera una imagen más satisfactoria de nosotros mismos queriéndonos y valorándonos.